#102 [«Hermanos»; mi propuesta para Textos Solidarios]

HERMANOS

Quería contarte una historia bonita.

Pero hoy no me siento capaz.

Una historia de magia en la que no salgan hadas.

Ni haya castillos hermosos.

Ni doncellas perdidas.

Relatarte un cuento que no sea un cuento.

Recitarte un poema que no tenga versos.

Hablarte de un mundo donde yo no sea

uno más de los cientos de miles que no aportan nada.

Narrarte esta fábula sin dragones ni brujas.

Y centrarme en la hormiga que perece pisada

cuando lleva el pan a su casa.

Quería contarte una historia serena y sincera.

Pero miro a los lados y hay sólo humo

invadiendo el ambiente mientras sube ligero

por la chimenea de la injusticia y la angustia.

Así que voy a hablarte en secreto

de aquellas personas de las que nadie te habla.

Que no son famosos pero también tienen sueños.

Y ellos no quieren historias de pulcros guerreros.

Porque ellos ya luchan de muchas maneras

y no le ven belleza a  la guerra.

Y algunos son niños sólo por fuera

que no se divierten esculpiendo en la arena.

Ellos juegan al escondite con el horror y el espanto.

Y sí, prefiero hablarte de ellos.

De los que miran al suelo

buscando al ángel que no llega del cielo.

El que lleva una bata del albor de lo puro.

El que cura en sus labios las almas llagadas.

Ése mismo que ha perdido sus alas

porque se las ha regalado

al hijo del hombre muriendo en la playa.

Hoy te escribo la historia

del sol que calienta con sus rayos

los campos aún yermos.

Que ilumina la vida y sana las brechas

de todas las heridas maltrechas.

Elijo pronunciar la palabra que nos recuerda

que los hombres y el mundo

son más fuertes unidos.

Son más humanos contigo.

La palabra que nos tatúa en las manos

la historia más maravillosa y más franca

que pueda ser concebida en un libro.

Ésa que dice que aquí,

en esta vida,

tú, yo y todos

somos hermanos.

Este poema es mi propuesta para el proyecto «Textos Solidarios». Tenéis toda la información del mismo en Scripto y brevemente explicada en esta entrada.

¡Animaos a participar!

María Eugenia Hernández Grande