#255 [La primera presentación nunca se olvida]

 

Dicen los que saben que «la primera presentación del primer libro nunca se olvida». Este pasado jueves 23 de noviembre fue la presentación de mi «Spleen Spleen (Seis años y quizás un día)» en mi Ávila natal, como recordaréis algunos ya que lo comenté por aquí  hace unas cuantas entradas. Yo no sé si llegarán más presentaciones, ni más libros (de hecho esta idea me produce escalofríos), pero lo que sí sé a ciencia cierta es que, efectivamente, este día no se me olvidará jamás por lo especial y mágico que fue. Es más, creo que toda la semana que ha precedido a la presentación tampoco voy a poder olvidarla porque ha sido, valga la redundancia, inolvidable.

Han pasado ya tres días y, la verdad, sigo teniendo la cabeza y el corazón a mil revoluciones, aunque poco a poco voy intentando ordenar sensaciones y emociones para poder quedarme con el sentimiento final de todo esto. Han sido tantísimas las vivencias de estos días que ahora, escribiendo estas palabras, no sé ni por dónde empezar a relatar todo. Puede que sea porque hay cosas que no se pueden reflejar fielmente con palabras, sino que hay que vivirlas. Pero voy a intentar hacer un pequeño resumen para así poder compartirlo con todos los que me deseasteis, desde aquí, suerte en ese día tan especial.

Con total sinceridad puedo decir que, al final, nada sucedió cómo imaginaba, pero que fue para bien. Yo, en mi novata ignorancia en el mundo de las presentaciones literarias, pensaba que todo se iba a resumir en dar una pequeña charla sobre el libro la tarde del día 23, pero ha sido mucho más que eso. He de decir que sin ayuda y apoyo nada habría sido como al final fue, ya que a principios de mes estaba muy perdida sobre cómo gestionar todo esto. Por suerte, he podido contar con los consejos y la orientación de otros escritores más experimentados que yo, pertenecientes a la Asociación Cultural  de Novelistas Abulenses La Sombra del Ciprés a la que me uní hace un par de meses. Sin ellos nada habría sido igual. Así pues, desde estas líneas quiero también dejar constancia de mi enorme agradecimiento a todos. Ya que, gracias a ellos, he podido visitar los estudios de Cadena Ser Ávila y Onda Cero Ávila e intervenir telefónicamente en Cope Ávila para hablar del libro y, además, se han publicado notas de prensa en los periódicos, tanto digitales como en formato papel. Una promoción que jamás habría esperado y que no deja de abrumarme.

Por otro lado, también quiero agradecer a una persona muy especial para mí que me sorprendiese tan gratamente dedicándome su columna semanal en Diario de Ávila, a la Concejala de Cultura de Ávila por toda su ayuda y apoyo,  al gran y reconocido poeta José María Muñoz Quirós por acompañarme improvisada pero generosamente en el acto dedicándome unas palabras muy hermosas (que no sé si merezco ) y recitando unos de mis poemas y al periodista José Pulido de Radio Nacional de España por acercarse hasta El Episcopio esa tarde para entrevistarme. Y, por supuesto, a todos los que se acercaron a arroparme con su compañía.

La presentación en sí, perdonadme si suena demasiado orgulloso, creo que fue perfecta, por lo menos para mí. Nervios y emoción aparte, que obviamente los hubo (y en una medida que no sois capaces de imaginar), y que creo que todo se fue un poco de las manos porque no esperaba tanto público, la sensación que me deja todo eso es de absoluta felicidad. Es increíble sentir tantísimo cariño y entusiasmo, de pronto, por algo que nació de mí en la intimidad y que dudé tanto tiempo en dejar salir a la luz. Comprobar que la gente se interesa en tu libro y que quieren tener uno me hizo sentir, durante las dos horas y pico que duró la presentación y la firma de libros, como una «escritora de verdad». Y eso, he de confesar, me provoca una sensación de vértigo porque ya sabéis que jamás me he considerado como nada más que una mera aficionada a la escritura que simplemente transcribe lo que siente. Creo que aún tengo sentimientos encontrados en mi interior, no deja de ser todo como un sueño maravilloso que no quieres que acabe jamás pero, sin embargo,  a lo lejos comienzas a oír las campanillas del despertador para que vuelvas a la realidad. Sinceramente, me da miedo que ahora los demás esperen algo de mí que no sé si soy capaz de realizar. Pero, inseguridades y miedos míos sobre lo que vendrá o no después de esto, lo más importante de todo se resume en una frase que pronuncié durante mi intervención del jueves: publiqué el libro porque necesitaba que me ocurriera algo bonito en la vida. Creedme todos si os digo que ha sido más que bonito.

Para finalizar, si queréis comprobar lo abrumada y sorprendida que estaba sobre cómo sucedieron las cosas en la presentación os dejo aquí en estas letras de colores el enlace a un medio local de Ávila donde han publicado una pequeña crónica.

Y aquí abajo un pequeño vídeo de ese día recitando uno de mis poemas. La calidad no es muy buena pero la intención es lo que cuenta.

https://www.instagram.com/p/Bb9kHliHlcb/?taken-by=maruspleen

Hoy, más que nunca, millones de gracias a todos porque también formáis una parte muy importante de todo esto.

 

María Eugenia Hernández Grande